Dónde trabajamos
La comida cambia la historia
Creemos firmemente que todos los niños del mundo merecen una educación y comer lo suficiente, y hemos visto la diferencia que una comida diaria servida en el lugar de educación puede suponer para los niños vulnerables y sus comunidades. Tanto si estas comidas se sirven a niños seminómadas que asisten a centros de Desarrollo y Educación de Primera Infancia en los desérticos paisajes de Turkana, en Kenia, como si las disfrutan niños refugiados sirios mientras intentan recuperar la normalidad a través de la educación en su nuevo hogar en el Líbano, la comida está cambiando la historia de los niños hambrientos en todo el mundo. Sin el incentivo de la comida que se sirve en el colegio y que da a los niños vulnerables la oportunidad de aprender, podrían verse obligados a trabajar o mendigar para asegurarse su próxima comida.