Un movimiento global
La Familia Global de Mary's Meals
Mary’s Meals es un movimiento internacional – una parte intrínseca de nuestro trabajo es involucrar a cuanta más gente mejor, reconociendo que cada uno desempeña un papel único en esta misión.
Funciona gracias a miles de voluntarios apasionados y motivados que comparten nuestros valores, unidos por la visión de dar una comida diaria en en lugar de educación a todos los niños que lo necesiten.
El trabajo de los voluntarios, no remunerado, permite que nuestro movimiento pueda seguir creciendo.
En Mary´s Meals todas las donaciones se valoran por igual, haciendo posible que las personas ofrezcan su dinero, tiempo, bienes, habilidades y oraciones y que, por su implicación, den la ayuda más efectiva a aquellos que sufren los efectos de la pobreza extrema en las comunidades más pobres del mundo.
Contando con todo este apoyo, Mary's Meals tiene a día de hoy organizaciones afiliadas en Alemania, Australia, Austria, Canadá, Croacia, España, Estados Unidos, Francia, Irlanda, Italia, Polonia, Reino Unido, República Checa y Suiza, así como grupos internacionales de recaudación de fondos en Bélgica, Eslovaquia, Eslovenia, Holanda, Hong Kong y Portugal. Además, una oficina y centro de información en Medjugorje, Bosnia-Herzegovina.
Nos consideramos una gran familia que trabaja con un objetivo común, independientemente de raza, religión, idioma y situación. Juntos, ayudamos a transformar las vidas de cientos de miles de niños empobrecidos en todo el mundo.
A día de hoy estamos alimentando a 2.429.182 niños hambrientos cada día escolar en 17 países: Benín, Ecuador, Etiopía, Haití, India, Kenia, Líbano, Liberia, Madagascar, Malawi, Mozambique, Níger, Sudán del Sur, Siria, Yemen, Zambia y Zimbabue.
Comprobar cómo estos niños están ahora aprendiendo a leer y escribir, con el estómago lleno, en lugar de tener que trabajar o mendigar su comida, nos impulsa a continuar y hacer crecer nuestro movimiento.
Creemos firmemente que algún día será adultos bien alimentados, educados, y sacarán a sus comunidades de la pobreza, dejando de depender de la ayuda. Los llamamos "La Generación de la Esperanza".