Qué hacemos
La visión de Mary’s Meals es que todos los niños reciban una comida nutritiva diaria en el lugar de educación.
Estas comidas, transforman la vida de los niños y de la comunidad, atraen a las aulas a niños que sufren hambre. Las comidas les alimenta y sacia, lo que les facilita el aprendizaje, y les da la posibilidad de optar a un futuro mejor. Las comidas también ayudan a familias que sufren para poder alimentar a sus hijos, a la vez que suponen una ayuda para la economía global del país.
Nuestros programas de comidas escolares pertenecen y son llevados a cabo por nuestros voluntarios de las comunidades a las que proporcionamos comidas. Por ejemplo, hay 80 000 voluntarios en Malawi que se turnan para preparar, cocinar y servir las comidas diarias en los colegios.
Los comités de comidas escolares, compuestos por padres, profesores y voluntarios, son fundamentales para el desarrollo de nuestro trabajo y una de las primeras cosas que se establecen en cualquier área que vaya a recibir comidas de Mary’s Meals.
Nuestros monitores trabajan en estrecha relación con estos comités. Visitan colegios con regularidad con el fin de asegurarse de que los preciados ingredientes que proporcionamos se cocinen y se sirvan correctamente, así como para ofrecer formación y dar ánimos a los voluntarios de la comunidad.
Siempre que es posible, servimos productos de proximidad. Esto ayuda a la comunidad más próxima y a sus agricultores y granjeros, así como al desarrollo económico general de la zona.
Los estudios realizados han demostrado que las comidas escolares implican una amplia variedad de impactos positivos ya que los niños que no son víctimas del hambre son capaces de aprovechar al máximo la educación que reciben. Unos 67000000 de niños víctimas del hambre no van al colegio. A fin de sobrevivir, tienen que trabajar o pedir limosna.
Incluso si consiguen ir al colegio, el hambre afecta su capacidad de aprendizaje.