Modelo de Alimentación Escolar
Panji Kajani, Director Nacional de Zambia y Zimbabue, explica los retos de dirigir un programa con socios comunitarios y voluntarios.
No hay una única medida para todos, pero nos une un objetivo común.
Lo que une a todos es el respeto genuino por cada persona implicada, y la firme convicción de que un enfoque basado en la comunidad es la única forma de ser auténticos socios en igualdad de condiciones en esta labor. Estos son los cimientos sobre los que se asienta el programa de alimentación escolar de Mary's Meals.
"Involucrar a voluntarios de la propia comunidad para llevar a cabo el programa ayuda a mantener los costes bajos pero, lo que es más importante, la capacitación de la comunidad hace que el programa sea más eficaz y sostenible, de ahí la importancia de nuestro modelo dirigido por voluntarios".
El reto de atraer a comunidades y voluntarios
"La movilización de la comunidad no es sencilla, es una conversación continua. Los líderes pueden resistirse al programa de alimentación escolar o la gente puede mostrarse reacia a ofrecerse voluntaria. Las razones son diversas. Puede que haya habido otros programas de alimentación que hayan terminado, y eso haya afectado a la confianza que las comunidades puedan tener en las nuevas organizaciones que lleguen. El modelo de Mary's Meals se basa en la colaboración y no en las limosnas, algo a lo que algunas personas pueden no estar acostumbradas. Así que hay que ganarse la confianza de la gente".
"La comunidad local depende de los líderes, así que tu acceso a una comunidad depende de cómo vean los líderes el programa. Si puedes movilizar a los líderes, entonces se lo dejas todo a ellos. Cuando hablas con los pueblos, lo haces a través de los líderes. Determinas quién es el jefe de la Asociación de Padres y Profesores y se lo dejas a ellos. Si convocan una reunión, vas, pero no hablas, sólo asistes para asegurarte de que no te malinterpreten".
Para que la colaboración se base en el respeto y la confianza mutuos, debemos partir de valores comunes. Todos los participantes comparten el mismo interés: apoyar el aprendizaje de los niños en la escuela mediante el suministro de una comida diaria. Mejorar la vida de los niños es lo que nos une y debe ser la máxima prioridad de todos.
Por qué es importante que la comunidad se apropie del programa
No se trata simplemente de una asociación entre Mary's Meals, una escuela y la comunidad, sino que también es esencial que la comunidad se apropie del programa y asuma la responsabilidad de su funcionamiento cotidiano.
Nuestra definición de apropiación incluye diferentes formas en las que las comunidades asumen el liderazgo del programa de alimentación en los diversos contextos en los que trabajamos.
Sabemos que cuando las comunidades participan en los resultados de la alimentación escolar, la calidad, la eficacia y la fiabilidad del programa mejoran. La alimentación escolar de Mary's Meals no puede comenzar hasta que estemos seguros de que la comunidad desea participar, desarrollar, nutrir y mantener el programa para los niños que acuden a la escuela.
¿Qué puede aportar una comunidad?
Nuestra experiencia demuestra que la implicación de la comunidad conlleva la promoción y la sostenibilidad del programa por parte de todos los que ven su valor. Nuestro programa sólo puede tener éxito si la comunidad y la escuela mantienen su compromiso a largo plazo. Y aunque las contribuciones que una comunidad puede hacer de forma realista varían en alcance, tamaño o regularidad, hay algunos elementos significativos que deben firmar en un acuerdo formal antes de que el programa pueda introducirse.
Estos elementos son
- Tiempo: necesitamos el compromiso de tiempo de los cocineros que preparan y sirven las comidas escolares, y de los miembros del Comité de Alimentación Escolar que realizan tareas como coordinar un turno de voluntarios y controlar las existencias a diario.
- Materiales: esto incluye trasladar agua y proporcionar combustible para cocinar. En la medida de lo posible, las comunidades también aportan ingredientes suplementarios si tienen un huerto escolar, y ayudan a construir la cocina y el almacén de la escuela.
- Seguridad: necesitamos el acuerdo del Comité de Alimentación Escolar para garantizar la seguridad de las existencias y el equipo.
Desde el principio acordamos con cada comunidad que se espera que contribuyan en la medida de sus posibilidades, y que su capacidad para hacerlo se revise con el tiempo. No estipulamos el nivel o el tipo de contribución que debe hacerse porque confiamos en la bondad innata de los miembros de la comunidad para dar lo que puedan para apoyar a sus hijos en la escuela y creemos basicamente que el programa de alimentación escolar pertenece a cada comunidad local. Seguimos trabajando con las comunidades para evaluar su capacidad de contribuir a la alimentación escolar y de apropiarse más del programa con el paso del tiempo.
Si bien estos elementos son esenciales para el éxito de la puesta en marcha del programa de alimentación escolar, pueden ser difíciles de mantener, especialmente cuando se trata de la incorporación de muchos voluntarios. Panji afirma que se puede solucionar manteniendo una comunicación regular y fomentando la relación con las comunidades:
"Es algo en lo que hay que seguir trabajando. Cuando empieza el programa, hay entusiasmo y la gente se ofrece. Pero hay que mantener el ritmo; el aprendizaje y la difusión deben ser constantes. Por eso hay que hablar constantemente con los líderes: ellos son los que movilizan a la comunidad, la gente escucha más a sus líderes locales que a nosotros".
Con una auténtica apropiación del programa, las comunidades están mucho más capacitadas para encontrar soluciones a estos retos. Como explica Panji:
"La gente oye que tenemos decenas de miles de voluntarios y piensa que es fácil. Pero no lo es".
"Es más fácil reclutar voluntarios en las zonas rurales porque la gente está más dispuesta a ayudarse mutuamente. En las zonas rurales se pueden reclutar voluntarios diferentes para cada día si se quiere".
"Es más difícil en las zonas urbanas porque la gente está allí para ganar dinero, así que tienen que encontrar trabajo y ganar dinero con el tiempo que tienen.
"Por eso, en las zonas urbanas, donde la contratación de voluntarios es más difícil, las comunidades tienen que unirse para encontrar soluciones y garantizar que haya suficientes personas dispuestas a cocinar y servir las comidas para que el programa siga funcionando". Los directores de los colegios, las asociaciones de padres y profesores y el personal de Mary's Meals trabajan continuamente para reunir a estas comunidades y garantizar que se puedan servir comidas todos los días de clase".
Cómo trabajar juntos para el futuro
La confianza y el respeto mutuo están siempre presentes en nuestra relación con las escuelas y las comunidades, y están hechos para durar. Si queremos seguir cumpliendo nuestra promesa a los niños, debemos seguir siendo verdaderos socios en esta labor. Sin embargo, también tenemos la responsabilidad de garantizar que las escuelas y las comunidades dispongan de los conocimientos, las competencias, los equipos y el apoyo que necesitan para aplicar el programa con éxito. Esto es clave para que el programa se mantenga a largo plazo:
"Las comunidades con las que trabajamos se enfrentan a grandes retos, y por eso necesitan un programa de alimentación escolar. En última instancia, a largo plazo, queremos que Mary's Meals no sea necesario, pero hasta que eso sea posible se trata de apoyar el funcionamiento práctico del programa y el desarrollo de capacidades dentro de la comunidad. Capacitar a la comunidad es esencial, y eso pasa por un apoyo y un modelo eficaces, por lo que nuestros responsables de alimentación escolar y socios de reparto visitan regularmente las escuelas para ayudar a mantener las buenas prácticas, supervisar la ejecución del proyecto y ayudar a identificar soluciones a los problemas.
"Le digo a mi equipo, cada vez que tengáis una reunión con la comunidad, preguntadles ¿aún queréis este programa?, porque sin ellos no funcionará".
Como en toda verdadera asociación, la dirección de la marcha no es unidireccional. Mary's Meals también aprende mucho de las comunidades y las escuelas que aplican el programa. Ahora contamos con décadas de experiencia en alimentación escolar -y lo que es más importante, con un enfoque centrado en la capacitación de la comunidad- y no son solo los equipos de Mary's Meals los que invierten y piensan a largo plazo, también lo hacen las comunidades con las que nos asociamos.
Como resultado, los programas de alimentación escolar que se desarrollan son sólidos y duraderos. De hecho, hemos visto que muchas comunidades aportan cada vez más para sus operaciones de alimentación escolar que están aumentando la propiedad de su programa y, en consecuencia, reduciendo nuestra aportación. Este es el cambio exacto que nos esforzamos por conseguir y es producto de la confianza y el respeto compartidos entre nosotros y las comunidades con las que trabajamos.
Es fácil pensar que todo lo que una única persona -o un pequeño grupo de personas- pueda hacer por un proyecto mundial de alimentación escolar será insignificante para el impacto final de toda la iniciativa. Sin embargo, en el caso de Mary's Meals ocurre todo lo contrario, son precisamente los pequeños actos de muchos miles de personas cada día los que mantienen en marcha nuestro programa de alimentación escolar, dando esperanza a más de 2,4 millones de niños vulnerables cada día de colegio. Las comunidades locales se ocupan del voluntariado en los países donde trabajamos, pero hay muchas maneras de ayudar a Mary's Meals en tu propia zona o a través de tus propios contactos.